Las víctimas del golpe en Honduras piden justicia con una seria Comisión de investigación
Ida Garberi
Rebelión
“El esfuerzo más importante que necesita hacerse es el de deshacerse del inconfortable ‘Amigo yanqui’. Es en este momento especialmente una tarea inmensa, por la gran cantidad de dólares que han invertido aquí y por la forma que tienen de usar la presión económica cada vez que creen que sus intereses son amenazados”. (Ernesto Che Guevara )
El 3 de mayo de 2010, en Honduras, la voz de las víctimas del golpe de estado cívico-militar en junio de 2009 -la última, por desgracia, se remonta a este sábado, 8 de mayo 2010, es Adalberto Figueroa, líder del MAO (Movimiento de los Ambientalista de Olancho) que se opuso a la destrucción del área silvestre por parte de empresarios sin escrúpulos- se escuchó fuerte y clara, lista para desafiar al gobierno golpista, al anunciar que existe una Comisión de Verdad Alternativa, que investigará los acontecimientos que empezaron hace casi un año.
De hecho, la Plataforma de Derechos Humanos, en un comunicado de prensa, señala que las víctimas de las violaciones de los derechos humanos merecen una “Comisión de Verdad” y reitera su interés por la búsqueda de la verdad y expresa su profunda preocupación por la puesta en marcha de una comisión de la verdad impulsada por el régimen de Porfirio Lobo, que se distingue por “ambigua, excluyente de las víctimas y carente de procesos que aseguren efectividad e imparcialidad”. La Plataforma añade que la “Comisión de Verdad” Alternativa se ocupará de conocer las violaciones de derechos humanos cometidas contra miles de hondureños, será participativa, independiente, rigurosa, de acuerdo a las exigencias de los estándares internacionales y sobre todo que emana del reclamo legítimo de los hondureños de conocer sin demora, las violaciones a los derechos humanos, persecución política, asesinatos, violaciones sexuales, represión, negación al acceso a la información, desaparecimiento de las personas y torturas.
La Plataforma de Derechos Humanos recalcó que dicha comisión va por un proceso de investigación autónomo, sin condicionamientos, cuyo mandato es descubrir los delitos y sus perpetradores.
Durante el evento integraron la mesa principal de la Plataforma de Derechos Humanos, el Director Ejecutivo del Centro de Prevención Tratamiento y Rehabilitación de Víctimas de la Tortura (CPTRT), Juan Almendáres Bonilla; la Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva; la Directora Ejecutiva del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), Gilda Rivera; el Director Ejecutivo de FIAN Internacional-Honduras, Gilberto Ríos y el Director Ejecutivo del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (CIPRODEH), Wilfredo Méndez.
La Coordinadora del COFADEH, Bertha Oliva, dijo que “no es una comisión para comparar ni para competir con la oficial, no es una comisión paralela, sino una comisión alternativa, no buscamos anular la otra, sino que buscamos darle un espacio al pueblo que tiene el derecho a saber la verdad, nuestro propósito es reivindicar el dolor y honrar a las víctimas, es el turno de los ofendidos y las ofendidas”,
Bertha Oliva dijo también que “esta comisión alternativa, que surge a partir del reclamo de las víctimas de las diversas formas de violaciones a sus derechos, es una iniciativa que cuenta con el respaldo y acompañamiento del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), que tiene todo el respaldo de la comunidad internacional de derechos humanos”.
Desde el punto de vista internacional, participaran en la Comisión de Verdad Alternativa personas de indudable valor en la defensa de los derechos humanos, como la monja ecuatoriana, Elsie Monge Yoder, ex presidente de una comisión en Ecuador encargada de hacer luz sobre los abusos cometidos principalmente por el gobierno de Cordero; Nora Cortiñas, de Argentina, que pertenece a las Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora, que durante más de treinta años están luchando por la justicia contra los asesinatos de la dictadura que tiene más de 30.000 personas desaparecida; Theo van Boven, profesor holandés de derecho internacional, el actual comisionado especial de la ONU contra la Tortura y ha sido director de la División de Derechos Humanos de la ONU misma, y, por último, dos Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, guatemalteca y Adolfo Pérez Esquivel, argentino.
Los hondureños que ya han aceptado son el padre Fausto Milla, testigo de las masacres de los años ochenta en El Salvador y en Honduras, y perseguido por el gorila Micheletti por su compromiso para defender a los más pobres, y Helen Umaña, escritora hondureña, profesora universitaria, crítica literaria, exiliada política y perseguida durante la dictadura de Tiburcio Carias Andino.
Para entender, sin embargo, hay que subrayar que los participantes en la farsa de la Comisión de la Verdad, no son internacionalmente reconocido come defensores de los derechos humanos:
Eduardo Stein, vicepresidente de Guatemala, en el gobierno de Oscar Berger (2004-2008), será el coordinador: ¿qué pensar de él, que ha sido cómplice en un gobierno que dejó al país con una deuda flotante de más de 4000 millones de quetzales y prácticamente lo ha entregado a los traficantes de drogas, como acusó duramente el presidente actual de Guatemala, Álvaro Colom?
Además, otros extranjeros son la peruana María Zavala Amadilla, ex presidente de la Corte Suprema de Justicia y muy cercana del actual presidente de su país, que ha reconocido el actual gobierno golpista como legítimo, y el diplomático canadiense Michael Kergin, abogado de profesión y dueño de un bufete que trata sobre las nuevas inversiones en el extranjero en el campo de la minería y es un miembro de la cámara de Comercio de EE.UU. ¿No será que este hombre está interesado sólo en la verdad de sus ingresos personales en Honduras y de su amo indirecto, los yanquis?
Otras "perlas" son los participantes de Honduras: Julieta Castellanos, rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, donde se está llevando a cabo una huelga de hambre de los sindicalistas que la señora quiere despedir sin ningún motivo (¡qué clase de defensora de los derechos humanos!); Jorge Omar Casco, un abogado involucrado en casos de corrupción y con fuertes vínculos con las fuerzas armadas y el secretario técnico Sergio Membreño, tristemente muy cercano al cardenal golpista Oscar Andrés Rodríguez.
Como se puede ver, la Comisión de las mentiras del gobierno golpista no pudo ponerse en contacto con personajes reconocidos en la lucha por los derechos humanos porque no tiene credibilidad de justicia, la triste realidad es que quiere ocultar las violaciones de los derechos humanos.
Creo que el hecho más chocante y vergonzoso es que los resultados se sabrán sólo después de diez años y que esta comisión no tendrá la oportunidad de llevar ante un tribunal penal a los culpables: entonces, ¿Cuál es su tarea?
Es claro que detrás de esta comisión absurda se mueve la Mano Pachona de los Estados Unidos: los rumores dicen que el embajador yanqui Hugo Lorens está furioso con la creación de la Comisión de Verdad Alternativa del pueblo, porque está arruinando sus planes di limpieza del golpe de estado. El modus operandi de la Comisión golpista es similar a lo mismo que la CIA utiliza para ocultar sus operaciones en todo el mundo: uno de estos casos se conoce como el escándalo Irán-Contra o la Operación Cóndor, que condujo a la desaparición de decenas de miles de ciudadanos latinoamericanos, entre ellos recordamos el asesinato en Washington del canciller chileno Orlando Letelier.
Atención pueblo de Honduras: no permita que la historia se repita esta vez, exigimos justicia, para los culpables, ni olvido, ni perdón.